El otro día una buena amiga me invitó a tomar un café a su casa y quise llevarle unos bizcochitos para acompañar al café.
Andaba como siempre justa de tiempo y cuando ésto me pasa tengo una receta estrella ( bueno es de mi madre) que no me falla nunca y está buenísima: el bizcocho de limón de mi casa de toda la vida.
Pues fuí al blog a comprobar las cantidades y me dí cuenta que lo he usado varias veces pero no tenía ninguna entrada específica para él solo.
No me lo podía creer, él. Que tantas veces me ha respondido para cualquier tarta o merienda y no contaba con un rinconcito en mi blog. No era justo, así que aquí va mi particular homenaje.

Este es el bizcocho por el que me gusta a mi encender el horno las tardes de invierno, su olor es inconfundible, huele a calor, a alegría por llegar a casa con los pies mojados de la lluvia y poder estar a resguardo por fin, a tu madre esperándote en casa con una taza de cola-cao calentito, a pijama de invierno, a sofalito y manta…..ummm a buenos recuerdos.
Os vale tanto para hacer bizcocho como para magdalenas, están igual de ricos. Ahhh y estrené por fin el molde que me regaló mi amigo invisible: ¿A qué es chulo?

Ingredientes:

• 3 huevos.
• 1 yoghurt de limón.
• La medida del yoghurt de aceite de girasol.
• Matalauva.
• 2 medidas de yoghurt de azúcar.
• 4 medidas de harina de repostería.
• 1 sobre de levadura.
• La ralladura de un limón.